Contra lo que esperaba, nadie vino ayer a raptarme del
otoño. Tuve que sentarme afuera y por un rato hacerme
compañía. Ningún ser inesperado supo explicarme la tarde en
sus fragmentos, correctos o no, bajo un cielo a regla y la
perspectiva cambiada. Tuve que permanecer así,
completamentre alerta, entre el color del verano y su estación
venidera. Pasó un corazón mordido. Dijo: date por seducida.
María Negroni (Interludio en Berlín)
Artista!
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